Héroes Peruanos
Miguel Grau Seminario (Piura, Perú, 27 de julio de 1834-Punta Angamos, Mejillones, Bolivia, 8 de octubre de 1879) fue un marino militar peruano, y almirante de la Marina de Guerra del Perú. Durante la guerra del Pacífico, comandó el monitor Huáscar y mantuvo a raya a la escuadra chilena durante cinco meses, sucumbiendo finalmente de manera heroica en el combate naval de Angamos, enfrentando a fuerzas superiores. Es considerado el héroe máximo de la nación peruana. Su generosidad para con el enemigo en el campo de batalla le valió el apelativo de El Caballero de los Mares. Ha sido también elegido como El Peruano del Milenio.
Elías Aguirre Romero
Fue hijo de Carlos Aguirre y de María Candelaria Romero. Completados sus estudios elementales en su tierra natal, pasó a Lima en 1854, ingresando al Liceo que dirigían los hermanos Manuel Trinidad e Isidoro Mariano Pérez. En 1858 ingresó a la Escuela Naval, recibiendo el 3 de agosto de 1860 los despachos de guardiamarina y embarcándose al efecto en la fragata Amazonas. Fue sucesivamente ascendido a alférez de fragata en 1864 y a teniente segundo en 1865. Pasó la corbeta Unión, a bordo de la cual concurrió al combate naval de Abtaodonde las flotas aliadas del Perú y Chile vencieron a la escuadra española (7 de febrero de 1866). En agosto de 1867 volvió al servicio, embarcándose en la Apurímac, donde se mantuvo hasta enero de 1868. En noviembre de 1868 viajó a los Estados Unidos formando parte de la comisión de marinos peruanos destinados como dotación de los monitores Atahualpa y Manco Cápac, que fueron traídos a remolque. Al estallar la guerra del Pacífico, Elías Aguirre se ofreció nuevamente para servir en la marina. Aceptada su solicitud, se embarcó en la corbeta Unión, en la que participó en el combate de Chipana del 12 de abril de 1879, que fue el primer enfrentamiento naval de dicha guerra. Conocedor de sus méritos y de su gran capacidad como marino, Miguel Grau solicitó al gobierno el traslado de Aguirre al monitor Huáscar. Esta solicitud fue aceptada en el mes de julio y Aguirre fue nombrado segundo comandante de dicha nave. Durante tres meses compartió con Grau el permanente sacrificio que entrañó la campaña naval, hasta que fue preciso arriesgar un desigual combate contra la escuadra enemiga en Angamos. Al caer muerto Grau, Aguirre asumió el mando y control del Huáscar. Al verse asediado por el fuego y la arremetida de los buques enemigos, audazmente ordenó atacar con el espolón al acorazado Blanco Encalada, y en plena maniobra fue alcanzado por una granada, la cual acabó con su vida. Era la mañana del 8 de octubre de 1879.
Francisco Bolognesi
Hijo del compositor italiano Andrés Bolognesi y de Juana Cervantes, nació en Lima el 4 de noviembre de 1816, según consta en su partida de bautismo. A la edad de ocho años se trasladó con su familia a Arequipa donde cursó estudios en el Seminario Conciliar de San Jerónimo. Luego trabajó como tenedor de libros (contador) de una empresa (1832-1840) e incursionó en el negocio muy rentable de la cascarilla y la coca, viajando para tal fin a las montañas de Carabaya (Puno). En 1853 ingresó en el ejército, durante la amenaza de guerra entre el Perú y Bolivia. Se especializó en artillería. Poco después, se sumó a la revolución liberal de 1854 encabezada por Ramón Castilla contra el gobierno de José Rufino Echenique. Se mantuvo leal al gobierno de Castilla durante la guerra civil de 1856-1858 y participó en la toma de Arequipa. Fue ascendido a coronel y enseguida participó en la campaña de Ecuador (1859-1860), siendo enviado luego a Europa para adquirir armamento para el ejército y cañones para los fuertes del Callao. En 1868 asumió como Comandante General de Artillería. Al estallar en 1879 la guerra de Chile contra el Perú y Bolivia, se hallaba ya retirado del servicio, pero solicitó su readmisión y fue destinado como Jefe de la 3º División en el Sur, al frente de la cual se destacó en las batallas de San Francisco y Tarapacá. Al replegarse los restos del ejército peruano hacia Tacna, se le confió la defensa de la plaza de Arica con 2000 hombres, la misma que fue sitiada por fuerzas chilenas muy superiores en número y poderío de fuego. Cuando el mando adversario, a través del mayor Juan de la Cruz Salvo, le solicitó su rendición, se negó dando su célebre respuesta: «Tengo deberes sagrados que cumplir y los cumpliré hasta quemar el último cartucho». Sus oficiales y subordinados le acompañaron resueltamente en su decisión. El 7 de junio de 1880 se libró la batalla final, donde, en sangrienta lucha cuerpo a cuerpo, cumplió su promesa y murió: una bala le impactó el corazón en tanto que un culatazo le destrozó el cráneo.
Pedro Ruiz Gallo
Nació en la entonces Villa de Eten, hoy la ciudad de Eten, provincia de Chiclayo el año 1838, sus padres fueron el coronel español Pedro Manuel Ruiz y la dama peruana Juliana Gallo, cuando aún era muy niño perdió a su padre y poco tiempo después cuando contaba con apenas 11 años de edad a su madre, esta situación lo obligó a abandonar su pequeño pueblo natal para dirigirse a la ciudad
de Chiclayo donde se empezó a desempeñar como ayudante de relojero, afición que le interesaría por el resto de su vida.Desde su niñez Pedro Ruiz Gallo se sintió atraído por la mecánica pero movido por su también vocación militar se trasladó a Lima a la edad de 15 años para enlistarse en el ejército sentando plaza de cadete en 1848, por sus méritos y reconocida inteligencia rápidamente ascendió en la carrera de las armas siendo que en 1855 ya ostentaba grado de capitán desempeñándose como ayudante en el prefectura del departamento de Amazonas lugar donde realizó muchas exploraciones y estudios en la todavía desconocida selva peruana. Durante este periodo también incursionó en la medicina logrando el descubrimiento del fluido vacuno contra la viruela con el cual logró crear una eficiente vacuna. Durante su estancia en Chachapoyas construyó un reloj público que donó a esa ciudad. En 1865 fue ascendido a Mayor Graduado y al iniciarse ese mismo año la revolución del general Mariano Ignacio Prado, y que desembocaría más tarde en la guerra contra España, se unió al ejército restaurador que marchó a Lima y derrocó al presidente Pezet, para luego combatir en el glorioso combate del 2 de mayo ante la escuadra española tras esta acción de eterna memoria en la historia republicana ascendió a Teniente Coronel.
Túpac Amaru II
José Gabriel Condorcanqui Noguera, llamado igualmente José Gabriel Túpac Amaru123 (Surimana, Canas, Virreinato del Perú, 19 de marzo de 1738-Cuzco, 18 de mayo de 1781), conocido posteriormente como Túpac Amaru II o simplemente Túpac Amaru (en quechua, «serpiente resplandeciente»), fue un caudillo indígena, líder de la mayor rebelión anticolonial que se dio en Hispanoamérica durante el siglo XVIII. Descendía de Túpac Amaru I (último Sapa Inca, ejecutado por los españoles en el siglo XVI). Lideró la denominada «Gran rebelión» que se desarrolló en el Virreinato del Río de la Plata y el Virreinato del Perú, pertenecientes al Reino de España, rebelión iniciada el 4 de noviembre de 1780 con la captura y posterior ejecución del corregidor Antonio de Arriaga.3 Curaca (jefe nativo) de Surimana, Tungasuca y Pampamarca, era adinerado y se dedicaba al comercio. Se trataba de un personaje de origen mestizo en el que confluía la sangre del Sapa Inca Túpac Amaru con la de los criollos. De hecho, durante una gran parte de su vida, habiendo sido criado hasta los 12 años por el sacerdote criollo Antonio López de Sosa y luego en el Colegio San Francisco de Borja, mostró preferencia por lo criollo llegando a dominar el latín y a utilizar refinadas vestimentas hispanas,4 pero posteriormente se vistió como un noble inca, hizo uso activo de la lengua nativa quechua en su vida y proclamas, y fue excomulgado de la Iglesia católica.Encabezó el mayor movimiento de corte indigenista e independentista en el Virreinato del Perú. Fue el primero en pedir la libertad de toda Hispanoamérica de cualquier dependencia, tanto de España como de su monarca, implicando esto no sólo la mera separación política sino la eliminación de diversas formas de explotación indígena (mita minera, reparto de mercancías, obrajes), de los corregimientos, alcabalas y aduanas (14 de noviembre de 1780). Además, decretó la abolición de la esclavitudnegra por primera vez en la misma Hispanoamérica (16 de noviembre de 1780). Su movimiento constituyó un «parteaguas», debido al cual las autoridades coloniales eliminaron a la ya escasa clase indígena noble y acrecentaron la represión contra lo andino por el temor de que algo así se repitiese.
María Parado de Bellido
En 1820 parte de su familia se integró al grupo de patriotas organizado en Paras (Cangallo), con el fin de colaborar con la guerrilla auspiciada en la sierra central por el general Álvarez de Arenales, que obedecía a la estrategia del general José de San Martín encaminada a desgastar al ejército realista. Mariano Bellido y sus hijos actuaron como correos del ejército patriota en la región de Huamanga, y su misión principal consistió en dar cuenta de los movimientos de las tropas realistas. En 1822 el virrey José de la Serna ordenó a las tropas del general José Canterac, acantonadas en Jauja, que se combatiera la insurrección popular organizada en Huamanga. Canterac encomendó a la compañía al mando del general Carratalá la tarea de reprimir el movimiento ayacuchano. Fue en esa coyuntura que uno de los hijos de María Parado, Tomás Bellido, fue hecho prisionero y fusilado por los realistas ya acantonados en Cangallo. Este hecho motivó que María Parado de Bellido se integrara al movimiento patriota y colaborara con su esposo en las tareas de espionaje. El general conoció así las actividades que realizaba María Parado, ya que una de las cartas llevaba su firma. Las tropas españolas rodearon la vivienda en que María Parado se hallaba en compañía de sus hijas y la capturaron. Llevada ante el general Carratalá, María Parado se negó a contestar las preguntas encaminadas a desarticular la red de información, desechó las ofertas de recompensa y tampoco se inmutó al ser advertida de que su casa sería quemada si no colaboraba. Su actitud motivó que fuera condenada a morir fusilada. El 1 de mayo de 1822 fue paseada por los alrededores de la plaza de armas de Huamanga, al tiempo que se voceaba su delito de traición, y luego murió ante el pelotón de fusilamiento en la Pampa del Arco. Sus restos fueron sepultados en la iglesia de la Merced. Cuando la independencia fue consolidada por el general Simón Bolívar, el Libertador otorgó a las hijas de María Parado de Bellido una casa que había pertenecido a un soldado realista en Huamanga, mediante un decreto de 1826. Poco después fue declarada mártir de la independencia. Un importante colegio nacional para mujeres de Lima lleva en la actualidad su nombre.
Andrés Avelino Cáceres
Andrés Avelino Cáceres Dorregaray (Ayacucho, 4 de febrero de 1833 - Lima, 10 de octubre de 1923), fue un militar y político peruano que luchó en la guerra del Pacífico y fue Presidente Constitucional del Perú en tres ocasiones durante el siglo XIX, de 1881 a 1882 como el 34º Presidente del Perú, luego de 1886 a 1890 como el 36º Presidente del Perú, y nuevamente de 1894 a 1895 como el 38 ° Presidente del Perú. Es el patrono del Arma de Infantería del Ejército Peruano. En el Perú es considerado un héroe nacional, por haber luchado en todas las batallas importantes de la guerra del Pacífico (San Francisco, Tarapacá, Tacna, San Juan y Miraflores) y por haber liderado la resistencia en la sierra central contra la ocupación chilena, la llamada Campaña de la Breña (1881-1883). Dominaba el quechua, por lo que tuvo gran influencia sobre la población indígena de su país, a base de la cual formó un ejército regular, apoyado por guerrillas o montoneras. Fue conocido por sus soldados como Taita Cáceres, mientras que los chilenos le apodaron El Brujo de los Andes, debido a que siempre burló las maniobras envolventes planeadas con mucho celo por los generales chilenos, y porque actuaba con tanta fluidez que parecía estar presente en todas partes. En dicha campaña obtuvo el triple triunfo de Pucará, Marcavalle y Concepción, y aunque fue derrotado en Huamachuco, no se rindió y continuó organizando la resistencia, hasta que tuvo que aceptar los hechos consumados tras la firma del tratado de Ancón. Después de la guerra con Chile, incursionó activamente en la política, fundando su propio partido, el Constitucional. Se enfrentó al presidente Miguel Iglesias, quien había firmado el tratado de paz con Chile con cesión territorial, desatándose una guerra civil. Una vez más, Cáceres demostró su estrategia militar al poner fuera de juego al ejército principal de Iglesias en la localidad de Huaripampa (sierra central peruana), acción que se conoce como la “huaripampeada” (1884). A continuación atacó Lima, donde sus fuerzas cercaron en el Palacio de Gobierno a Iglesias. Éste renunció a la presidencia en 1885, siendo sucedido por un gobierno provisional, el mismo que convocó a elecciones en las que ganó abrumadoramente Cáceres. En este primer gobierno constitucional, de 1886 a 1890, Cáceres tuvo que llevar adelante la Reconstrucción Nacional, especialmente en el campo de la recuperación económica. Puso fuera de curso el billete fiscal o papel moneda, muy devaluado entonces; creó impuestos nuevos; intentó la descentralización tributaria; y para solucionar el problema de la enorme deuda externa firmó el Contrato Grace por el cual entregó los ferrocarriles a los acreedores. Volvió a la presidencia en 1894, en unas cuestionadas elecciones, que provocaron en su contra la formación de la Coalición Nacional, integrada por los demócratas y civilistas, encabezados por Nicolás de Piérola; se desató una sangrienta guerra civil que culminó con el asalto de los coaligados a Lima, ante lo cual Cáceres renunció y partió al exilio, en 1895. Volvió al Perú en 1899 y siguió participando en la política. Apoyó al presidente Augusto B. Leguía en su ascenso al poder en 1919, el mismo año en que el Congreso le ascendió a Mariscal. De los cuatro héroes peruanos (Francisco Bolognesi, Alfonso Ugarte, Miguel Grau y Andrés Avelino Cáceres) de la Guerra del Pacífico, Cáceres fue el único que sobrevivió a la guerra y que posteriormente se convirtió presidente del Perú.
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